Es la creación de un espacio libre y seguro para menores y adolescentes que a causa de una situación en concreto, de circunstancias familiares o del entorno puedan experimentar alteraciones en su equilibrio personal.
Se trabaja a partir del juego libre, que es una expresión natural del ser humano, utilizando técnicas expresivas (música, pintura, barro), técnicas narrativas (marionetas, cuentos, teatro) y técnicas simbólicas (caja de arena, juegos de rol) que permiten la expresión espontánea del campo emocional.
La terapia de juego les permite poder restablecer su equilibrio emocional respetando sus ritmos y procesos. Es una técnica no invasiva, que brinda un espacio de aceptación, contención y seguridad, en el que poder expresarse libremente (verbal y no verbal), y así poder extraer los procesos conscientes o inconscientes que están afectando su emocionalidad y, como consecuencia, su conducta.