La pérdida es una experiencia inevitable e importante en nuestras vidas y los rituales ancestrales así nos lo muestran, los ritos marcan de una forma respetuosa los pasajes de la existencia, la transformación, la apertura y el cierre de los grandes ciclos vitales.
Todo ello ayuda a evitar duelos complicados que estancan los recursos naturales de la persona.
La vivencia de un duelo requiere de atención, cuidado y, a veces, acompañamiento para dar el primer paso necesario: aceptar la realidad de la pérdida.
Durante este fin de semana, nos adentraremos en un viaje exploratorio por aquellas pérdidas que no han sido abordadas o resueltas, porque todas/os tenemos en nuestra historia pasajes desolados, olvidados o no expresados que hay que recorrer, ya que no por no haberlos habitado han desaparecido. Se entiende por pérdida los duelos por personas que han fallecido pero también hay mucho de lo cotidiano que vamos perdiendo: un cambio de domicilio, la pareja, etapas del ciclo vital,…
Dirigido a profesionales de la salud, terapeutas en formación, personas en general que estén transitando un duelo o que quieran profundizar en cómo gestionar sus duelos.
El propósito es que cada participante tome conciencia del propio estilo de afrontamiento y cómo se posiciona emocional, racional, instintiva y espiritualmente ante los duelos que ha ido transitando a lo largo de su vida. Éstos no pueden ser acotados a lo que significa el fallecimiento de un ser querido; ya que aunque ésta es llamada la gran pérdida, los duelos se aplican a cualquiera que nos sea significativa: en el trabajo; con las amistades; la pareja; un ciclo o una forma de vida; el lugar donde siempre has vivido,…